Los campos de golf se enfrentan a la presión para mitigar el impacto ambiental y, al mismo tiempo, controlar los crecientes costos de mantenimiento. De hecho, es posible resolver problemas de diferentes maneras de pensar. Si los campos de golf se colocan con césped artificial, no solo favorecen el desarrollo sostenible del medio ambiente, sino que también ahorran muchos costos de mantenimiento.